Seguimos con el juego para salpimentar un poco cada entrada que contenga un retrato.
Esta vez se trata de un hombre (alguna vez tenía que ser la primera). Desde luego no es una persona joven, su cabeza delata que peina canas y, aunque eso depende de cada persona, el hecho de tenerlas, además de hacer al personaje más interesante, también es indicio de que el sujeto es un hombre de bastante experiencia.
Siguiendo con el pelo. Parece que lo lleva bastante largo, es ondulado y se diría que está orgulloso de él. Es para estarlo, no pocos lo han perdido a edades mucho más tempranas. ¿Coquetería? No me atrevo a decirlo.
Lleva gafas de sol, eso significa, bien que es muy sensible a la luz o bien que se oculta tras ellas para poder observar al personal pasando desapercibido. Yo diría que le encanta observar y sacar sus conclusiones al respecto.
Si nos fijamos en la sonrisa, pronto nos daremos cuenta de que no abre la boca al hacerlo. Me resulta curioso y aquí dejo a cada uno que saque sus conclusiones, tan sólo hago el apunte ¿Refuerza el rasgo que hemos descrito en el párrafo precedente? No lo sé a ciencia cierta, pues no son pocas las interpretaciones que se pueden obtener de este característica.
Para terminar, si nos fijamos en el aspecto general, podríamos decir que es una persona que sabe inspirar confianza, casi podría asegurar que su profesión está ligada a temas en los que ha de estar en contacto con el público, seguro que cuenta con un gran poder de seducción para llevar a su interlocutor hacia sus posiciones, y además sin que apenas éste se dé cuenta.
Dejo para otra ocasión el tema del cuello, solamente decir que este elemento del cuerpo humano revela en todos nosotros más de lo que suponemos, o de lo que quisiéramos.
Con cariño,
Carletto
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