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Primavera

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Temas de los que escribo

lunes, 23 de diciembre de 2013

Nerium oleander (Adelfa)

Por si no se reconoce, se trata de una composición sobre el  "Nerium oleander" en su fase de floración. Planta que es más conocida como "Adelfa" o "Laurel rosa".

Las flores suelen ser rosas, pero también las hay blancas, rojas o amarillas. Puede alcanzar hasta los 6 metros de altura, aunque las flores rara vez pasan de los 4 cm.

Atención a esta planta pues es altamente tóxica, sus hojas se usan como componentes de raticidas. Sin embargo, se trata de un arbusto muy bello que encontramos en muchos de nuestros parques y jardines.


Carletto

martes, 17 de diciembre de 2013

Iris Xiphium

Por si alguien no la reconoce, es el Iris Xiphium, originaria de España.

Tiene decenas de nombres comunes, por citar sólo algunos: Iris de Holanda, Boca de sierpe, Espadaña olorosa, Lirio azul de mayo, Lirio de Valladolid, Lirio silvestre...

Puede alcanzar hasta 1 metro de altura.






Carletto


viernes, 6 de diciembre de 2013

Peperonata

Ya que hace tiempo que no escribo una receta, voy a contar como se hace un plato típico italiano. Ahora que es tiempo de pimientos voy a aprovechar para preparar una "Peperonata". Desde luego te han de gustar los pimientos, pues es la base del plato.

La peperonata se puede comer fría o caliente y, aunque en Italia se come como guarnición,  también queda muy bien como parte de una serie de entradas para compartir.

lunes, 18 de noviembre de 2013

El maestro del Prado

En las fechas que estamos quizá algunos de los que siguen mi blog hayan ya leído el libro “El maestro del Prado” de Javier Sierra, puesto que su primera edición vio la luz en febrero de este año 2013. Para los que aún no lo hayan hecho, y/o para los curiosos,  voy a escribir mi opinión sobre el mismo.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/60/Rafael_-_La_Perla.JPGAunque en alguna entrevista que concedió el autor cuando se publicó el libro, me parece recordar que dijo que tenía tintes autobiográficos, yo no estoy tan seguro, ya que creo que debe mucho más a la imaginación del escritor que a sucesos que le hayan acaecido realmente. Sea como fuere, narra una historia en la que el propio autor es uno de los protagonistas. No es la primera vez que esto ocurre en novelas de ficción, ya que, por citar sólo a uno, Paul Auster lo ha hecho en no pocas ocasiones.

Digo uno de los protagonistas porque, a mi modo de ver, el principal es el Museo del Prado, y sobre todo, los cuadros que cita y describe a lo largo de la historia. Ni qué decir tiene, que una vez terminado de leer, se siente un deseo imperioso de acudir al Prado y admirar con detenimiento, todas y cada de las obras que cita el autor, claro que intentando no coincidir con los casi 3 millones de visitantes que este museo recibe cada año, labor que no creo que resulte fácil. Supongo que ver los cuadros con las salas llenas de gente también es válido pero no hay duda de que será necesario un mayor poder de concentración para no distraerse con el ir y venir de los turistas.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Palillero y plumín



¿Hay algo más inquietante, perturbador y zozobrante, pero que a la vez cause más emoción que el primer día en un nuevo colegio? Espero que muchas personas coincidan conmigo en que la respuesta es no.



Héteme aquí con ocho años, a punto de ir al nuevo colegio de mayores después de cinco deambulando por el de párvulos. Tenía un montón de libros nuevos, forrados con papel satinado, aquél que era azul por fuera y marrón por dentro y que había pegado con el célebre “pegamín”. Para distinguir un libro de otro había puesto esas etiquetas con el borde dentado, donde se podían leer cosas tan sugerentes como: Geografía, Ortografía,  Aritmética, Geometría etc. etc. etc. Era la primera vez que tenía tantos libros separados por materias, ya que anteriormente sólo manejaba uno para todo. Se me antojaba entonces una empresa de héroes el poder memorizar todo lo que allí había escrito. Si se ponían unos libros encima de los otros bien podrían alcanzar una altura de más de un palmo y, a diferencia de los actuales, casi todo era texto, apoyado sólo por unas escuetas fotos o unos diminutos dibujos.