José María Iñigo ha sido un pionero en muchos aspectos en la
historia de la España más reciente. Hablaba inglés cuando era impensable
hacerlo, era DJ cuando casi nadie iba a las discotecas y, desde luego, no cobraba
lo que cobran ahora los DJ's famosos. Tuvo además algunos programas rompedores
en la TV de entonces y que han sido el embrión de muchos de los que ahora se
hacen.
En estos momentos, y con mucha experiencia a sus espaldas, además de buen viajero y gran gourmet, se le puede ver en algunos programas nostálgicos de la
televisión y también colabora en algún programa de radio. En uno de estos
últimos ha abierto una sección que más o menos se llama "Hablemos en
español, Le...!" . Básicamente reivindica el uso del castellano por encima
de palabras extranjeras, la mayor parte originarias del mundo anglosajón
(perdón por haber usado la palabra "gourmet").
Esta mañana ha cogido como pimpampum la palabra
"Coach", vocablo que está francamente de moda en muchos ambientes
sociales españoles, sobre todo en el mundo de la empresa. José María decía que
no entendía por qué no se usaban
términos tan españoles como maestro o profesor, sin embargo, aunque muchísimas
veces comparto sus opiniones, esta vez me temo que no es así. Vamos a ver por
qué.
No podemos olvidar que el término "maestro" se
usaba para identificar al maestro de escuela,
y durante muchos años ha estado completamente desprestigiado. Las
razones son múltiples pero se me ocurre que una de ellas sería el hecho de que
en la España de la posguerra el maestro tenía que lidiar en muchos casos con
niños de todas las edades, juntos en el mismo aula y con un presupuesto,
salario y motivación bajo mínimos. Lo que suponía que la labor del maestro no estuviese muy bien valorada. Obviamente en la España actual esto no es así
(bueno, lo del salario seguro que sigue siendo una asignatura pendiente) pero
asociar maestro con "coach" no daría sino lugar a equivocación. Pues
nada más lejos de ser un maestro de escuela.
Si usáramos el término profesor, tampoco sería correcto,
porque realmente un buen "coach" no enseña nada, fundamentalmente su
labor consiste en "preguntar". Es decir, ha de ser la persona que acude al "coach" la
que encuentre sus propias respuestas. Detallar lo que es un coach llevaría
tiempo, y con la cantidad de libros especializados que hay mi objetivo no es explicarlo aquí y ahora
sino defender el uso de la palabra inglesa "coach"en lugar de cualquier otra española.
Mal que nos pese, el idioma inglés es el más rico en
vocabulario, y también el mundo anglosajón nos lleva ventaja en muchas facetas de la vida tecnológica,
empresarial, económica etc., de modo que es normal que nuevos conceptos se definan con palabras inglesas, si
se tradujeran se perdería parte de su esencia. El mundo de la programación SW
está lleno de ejemplos y valga como botón de muestra la palabra
"buffer". Aquél que haya programado sabrá que no hay una forma digna
de traducir éste término y como él muchos otros, incluso la propia palabra
software.
Usar una palabra o una expresión foránea creo que no es un
gran pecado, sobre todo si se ha hecho famosa a nivel mundial. Quién no ha
usado términos como "Dejà vu", "Gourmet" "Ciao", "Disk Jockey", "Hándicap",
"Golf" ... y tantísimos otros.
En el caso que nos ocupa, y bajo mi punto de vista, creo que
es mejor usar "Coach" porque no existe ninguna traducción que se
ajuste a la esencia del concepto que encierra. Si queremos lavar un poco
nuestro orgullo no olvidemos que el castellano ha exportado y exporta muchas
palabras, por citar algunas: "Mosquito, Siesta, Guerrilla, Olé..."
Mal que nos pese estamos en un mundo global y la influencia
de unos y de otros es inevitable, y hasta yo diría que es sano en muchos
aspectos. Lo que tenemos que evitar es que caigan en el olvido tantas y tantas
palabras que ya están moribundas o decididamente obsoletas. A este tenor espero
acordarme otro día de hablar de la palabra "Obliterar". Seguro que ya
casi nadie recuerda esta palabra.
Carletto
Serías un buen coach :)
ResponderEliminarTal vez sea cierto. Nunca me lo he planteado. Puede que mi personalidad sea idonea para esa labor pero nunca me ha llegado ese último empujón (interno o externo) para dar el salto.
EliminarCreo que para ser un buen coach, se necesita ser menos empático y más psicópata. Algún día hablaré de estos conceptos, porque no siempre se usa correctamente el segundo y merece la pena aclararlo.
Muchas gracias por dedicar parte de tu tiempo a leer mis crónicas y, lo más importante, a comentarlas :-)))
Ciao,
Carletto