No es fácil encontrar una novela actual que te enganche de
tal manera que no puedas dejar de leerla hasta el final y de un tirón. Al menos a mí hacía mucho tiempo que no me pasaba.
Pues bien esto es lo que me ha pasado con la novela de Félix
G. Modroño, "La ciudad de los ojos grises". El autor, con una prosa
sencilla, directa y que resulta muy fácil de leer, nos adentra en una historia
ambientada a comienzos del siglo XX y que comienza con el hallazgo de una mujer
muerta en la ría. Esto da pie a que el protagonista vuelva a su pasado para descubrir su verdadero yo.
El autor maneja con facilidad el arte de contar pero sin llegar
a desvelar o, mejor dicho, si desvela algún interrogante, inmediatamente abre
otro para mantener la atención del lector. No he sentido la curiosidad de
comprobar la veracidad de los datos, lugares y personajes auxiliares que salen
en la novela, pero tengo que reconocer que, si no existieron en realidad, están
perfectamente imbricados en la trama. Algunos son muy conocidos, como Indalecio
Prieto o una tal Mata que tiene toda la pinta de ser Mata-Hari, pero otros no
tanto, al menos para mí, como es el caso de Facundo Pérezagua, a la sazón
nacido en Toledo, y que debió de tener mucha relevancia en la Vizcaya de
principios de siglo.
Si tuviera que definir el género de esta novela, me
inclinaría por el romántico pero, a decir verdad, es como un buen guiso, es
decir, tiene muchos ingredientes y toca muchos temas, desde el detectivesco, al
social, el histórico, o incluso el espionaje como he dicho antes. A primera
vista parece que el hilo conductor es la investigación de un posible asesinato,
pero yo quiero pensar que lo que ha movido al autor a escribir esta novela es describir un amor imposible.
El autor nos va despejando las incógnitas que el mismo
plantea paso a paso, sin prisa pero sin pausa, aunque no debemos de molestarnos
si ha quedado alguna sin responder completamente, porque creo que forma parte de su encanto.
Otra particularidad es que nos descubre curiosidades que
muchos desconocíamos. Por ejemplo el origen del célebre "Alirón",
cantado cuando se consigue algún trofeo futbolístico, y que no desvelo aquí
para que sirva como un aliciente más para la lectura de esta novela de casi 400
páginas pero que se pasan en un vuelo.
Espero que os guste.
Carletto
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