Intentar ser original en un mundo tan globalizado y en el que se tiene tanta facilidad para acceder a la información es ardua tarea, y casi me atrevería a decir que imposible. Digo esto porque hace relativamente poco oí, dentro de un espacio radiofónico, que se proponía a los escuchantes que dieran su opinión acerca de si se seguía usando hoy en día una palabra concreta o, por el contrario, dicha palabra podía ir al cesto de obsoletos.
Creo recordar, aunque la memoria no es mi fuerte, que he escrito alguna entrada con este mismo motivo, y si no, seguro que he hecho referencia a palabras en desuso o formas de hablar que suenan extrañas a los jóvenes. Es decir, dicho programa y yo hemos coincidido en que este tema puede resultar interesante a cierto número de personas (al menos el programa recibió muchas respuestas).
Espero no incumplir ninguna norma si uso el contenido de ese día de dicho programa para este blog. La propuesta que hacía el programa me resultó curiosa pues la palabra en cuestión era "Pamema". A decir verdad, yo nunca hubiera pensado en esta palabra pues no la consideraba vigente desde hacía mucho tiempo, es más, la conocí ya de adulto, y usada solo en personas muy concretas y mayores que yo, y eso que puedo alardear que, de estudiante, tuve la oportunidad de relacionarme con gente muy variopinta proveniente de todas las provincias españolas, con lo cual mi léxico se incrementó de forma notable durante esa época.
La lingüista que participaba en el programa dijo que, aunque no se podía afirmar con total seguridad, esta palabra se formó a finales del XIX y surgió como consecuencia de unir otras dos palabras: "Pamplinas" y "Memo". Creando así una única palabra que sumara ambos signficados.
Lo que resulta aún más curioso es lo que se obtiene cuando se busca su significado en el diccionario de la RAE. En su tercera acepción (coloquial) dice: "Hecho o dicho fútil y de poca entidad, a que se ha querido dar importancia."
He aquí que eligiendo una posible palabra obsoleta, se obtiene en su definición otra palabra también de dudoso uso hoy en día. Y ésta no es otra que "Fútil", adjetivo cuyo significado es "De poco aprecio o importancia".
Y así podríamos seguir con palabras que han ido o irán dentro de poco al cesto de obsoletos, pero eso será otro día. Si alguno tiene curiosidad por saber lo que contestaban los escuchantes (a mí me gustaba más cuando éramos radioyentes) diré que hubo de todo, pero básicamente decir que en algunas partes de España aún se usaba cuando la ocasión lo merecía. Lo malo de estas medio-encuestas es que no tienen ningún rigor ciéntifico, aunque es verdad que dan la posibilidad a la gente de a pie de mostrar su opinión. Su minuto de gloria, que dirían los clásicos.
Carletto
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